lunes, 10 de marzo de 2014

El sagrario del retablo mayor y su significado


Para la próxima exposición de las Edades del Hombre titulada "Eucharistia" que se inaugurará el próximo mes de mayo en Aranda de Duero ha sido seleccionado el sagrario del retablo mayor de nuestra iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora. 
Vista parcial del retablo mayor con el sagrario en el centro
Fotografía antigua del retablo mayor



Este elemento, el más importante del retablo, forma parte de él y por lo tanto lo podemos datar hacia 1565. Durante muchos años estuvo retirado del retablo mayor pues fue sustituido por otro debido a que se le había estropeado la cerradura y en su lugar fue colocado un expositor eucarístico de estilo rococó que llevó a hacer algunos cambios en la estructura del retablo, como la eliminación parcial de alguno de los relieves de los evangelistas del banco. Sin embargo, el sagrario, según lo conocemos hoy y en el lugar que se encuentra seguramente tuviera más partes como un expositor anterior o una peana en la que la documentación, en sus inventarios, indica que sobre él estaba colocado el Niño de la Bola. Su estructura podría asimilarse a la del retablo de Santoyo o Astorga, como importantes ejemplos que tienen otro cuerpo en su parte superior y un mayor despliegue que lo acomodarían mucho mejor a la estructura. En cuanto a su estilo sigue las mismas características romanistas que el resto de la estructura del retablo. 

El sagrario o tabernáculo








Pero la sabia elección de esta obra para la muestra de Aranda se debe a su potente significado eucarístico, como hemos dicho es la pieza fundamental del retablo pues en él se reserva el Cuerpo de Cristo, la Eucaristía, por lo que es el Sancta Sanctorum de la iglesia. Esto como elemento general a todo retablo, y es que en este caso estamos tratando de un tabernáculo romanista, cuyo estilo es el que se propaga tras el Concilio de Trento (1545-1563), que es el concilio más importante de la Iglesia Católica de la Edad Moderna y hasta el siglo XX, en él se reordenaron todas las estructuras eclesiásticas con el objetivo de reforzar la institución y además es el punto más importante de la contrarreforma que pretendía evitar el acceso de las ideas protestantes en en el mundo católico. Por ello todos los retablos que en este momento se realizan tienen la finalidad de reforzar los dogmas y las creencias que la iglesia había tenido hasta el momento: se reforzará el culto a la Virgen María, a la Eucaristía y a las reliquias. Por ello, el retablo de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es todo un compendio de la fe de la iglesia que representa en sus relieves he imágenes todas las verdades que debían preservarse. 
Puerta del sagrario
En este caso estamos tratando sobre la defensa de la Eucaristía, y en el sagrario se plasman en varios relieves escenas que pretenden defender el culto primordial a este hecho. Por ello en la puerta nos encontramos un fraile dominico con la Sagrada Forma en sus manos mostrándola con toda solemnidad, pues a sus lados le asisten dos pequeños que hacen de monaguillos con el incensario. El que sea un monje dominico, no es casualidad, pues la orden de predicadores se dedicó a defender el dogma eucarístico desde la Edad Media, y ahí tenemos por ejemplo a Santo Tomás de Aquino que fue el creador del Pange Lingua y del Tantum Ergo, cantos en latín que siempre han tenido lugar dentro de los cultos a la Eucaristía. Pero lo más curioso en este caso, es que en los laterales del tabernáculo aparecen representados los precedentes de este dogma, lo cual, se consideraba importantísimo para demostrar la veracidad de él, pues aparecen en la Sagrada Biblia, así, encontramos representado en el lateral del lado del Evangelio dos historias del libro del Génesis: el sacrificio de Abel, ofreciendo un cordero a Dios en un altar; y debajo aparece Melquisedec, que según la Historia Sagrada era un sumo sacerdote y profeta que bendijo a Abraham entregándole pan y vino, y a cambio éste le entregó el diezmo de todo. En el lado de la Epístola encontramos dos escenas posteriores, pertenecientes al libro del éxodo, en la parte superior se encuentra la Caída del Maná, representado como una lluvia de formas que envía Dios Padre y recogiéndola el pueblo de Israel. En la parte de abajo se encuentra la representación de la Pascua Judía según había instituido Moisés que aparece representado en el centro, pero lo importante es la ofrenda que en este caso, como dice la Biblia, fue un cordero asado que debían de comer con un bastón en la mano, como así lo representa el entallador. Lo interesante de esta última escena viene a que la Primera Pascua es una conexión directa con la Institución de la Eucaristía, pues la cena del cordero sacrificado, con cuya sangre impregnaron los dinteles de las puertas, libro de la muerte y dio lugar a la liberación del pueblo de Israel mientras que el sacrificio de la Misa recuerda la memoria del que fue sacrificado para salvar a todos los cristiano, Jesús de Nazareth. Ese cordero que aparece ofrecido en la mesa sería imagen de Cristo. 
Sacrificio de Abel
Ofrenda de Melquisedec
Caída del Maná
Pascua Judía

Toda este análisis iconográfico nos llevaría por lo tanto a entender el por qué de la importancia de este elemento y toda su carga simbólica en un momento en que universalmente se habían puesto en duda las verdades de la fe y que estas se estaban extendiendo y por lo tanto para mejorar la educación cristiana de los fieles que entonces en su mayoría no sabían leer y para evitar por otro lado, las dudas que pudieran ocasionar a aquellos que se encargaban de enseñarlo, pues tanto el sagrario como todo el retablo es un compendio de toda la fe cristiana y una defensa de esta, alrededor del sagrario están los pilares de la religión: los Evangelistas, los Padres de la Iglesia, los fundadores de las órdenes mendicantes y sus doctores filósofos más importantes, y sobre ellos estarían los apóstoles, los profetas, el santoral cristiano representado en la parte baja de los fustes de las columnas y en las pinturas sobre tabla las escenas más importantes de la vida de Cristo y de la Virgen María. Todos ellos colocados en un estricto orden que fácilmente invita al espectador a entender el mensaje que el Concilio quería hacer llegar a todo el mundo. 



Parte trasera del sagrario
 



lunes, 20 de enero de 2014

La escultura de San Sebastián de Pedro de Bolduque y su modelo

Muchos pueblos tienen sus iglesias decoradas con varios retablos que se dedican a las advocaciones más populares relacionadas sobre todo con la protección a los miembros de una determinada comunidad, por ello en nuestra parroquia de Cogeces, excepto el retablo mayor, el resto de ellos tienen en sus hornacinas tallas que representan a los santos que más arraigo tienen en el momento en que se realizan, en nuestro caso a día de hoy se conservan los retablos del Santo Cristo, el de San Roque y el de la Virgen del Rosario, que es del que vamos a tratar en este caso. Antiguamente había muchos más, como el de la Virgen del Pilar o otros de cofradías o que atendían también a devociones particulares.

Pedro de Bolduque
San Sebastián, h. 1595
Retablo de Ntra. Sra. del Rosario
Cogeces del Monte


Este retablo de Nuestra Señora del Rosario se atribuye a Pedro de Bolduque y sus seguidores cuellaranos, que realizaron numerosos retablos para la comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar desde finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, especialmente Roque Muñoz y Pedro de Santoyo que son los discípulos directos que trabajan en esta zona, el policromador fue un religioso segoviano llamado Alonso de Herrera. En el primer libro de fábrica que se conserva oficialmente procedente de la parroquia de Cogeces del Monte, aparece documentado en el año 1612 en que se solicita la labor de pintura y dorado del llamado retablo de Nuestra Señora del Rosario y San Sebastián. A la  Virgen del Rosario ya le hemos dedicado una entrada anteriormente puesto que es uno de los tipos más importantes creados por Pedro de Bolduque y que se extienden en la Villa y Tierra de Cuéllar. Sin embargo, la segunda advocación del retablo está relacionada con lo que comentábamos en el primer párrafo y es que es un santo de gran devoción popular puesto que a él se le solicita para paliar las pestes, junto con San Roque que en muchos casos comparte retablos, pinturas y numerosas escenas y también con San Antonio Abad o San Antón, puesto que son de los santos más relevantes del calendario en la segunda quincena del mes de enero en lo referente a la religiosidad popular. 

Al igual que San Roque, la tradición de San Sebastián para liberar de las plagas está relacionada con las flechas o saetas, recordemos que a San Roque le alcanzó una flecha en el muslo durante una batalla en la ciudad en la que estaba atendiendo enfermos y fue el perro Melampo el que se la curó. En cuanto al Santo mártir celebrado el 20 de enero, se refiere a un jefe de la guardia pretoriana que tras su conversión al Cristianismo, su ímpetu por convertir y su oposición a renegar de la fe, por orden del emperador fue atado a un árbol y asaeteado por sus compañeros, contando la leyenda que sobrevivió a estos flechazos ya que sus amigos no quisieron matarlo y que fue curado por una amiga suya, Santa Irene. Una vez repuesto volvió a defender su fe consiguiendo que el emperador Maximiano lo mandara azotar y definitivamente de un mazazo en la cabeza murió. Su cuerpo fue  arrojado a la Cloaca Máxima y recogido por Santa Lucinia que se encargó de que fuera enterrado en las catacumbas que a día de hoy llevan su nombre. Su devoción tuvo gran difusión durante los siglos XV y XVI en que se crearon muchas cofradías y hermandades para atender enfermos, así como capillas en los pueblos que servían como un elemento protector contra las epidemias. Pero el origen de que la cristiandad entera le haya consagrado como santo abogado contra la peste se debe a que en varias ocasiones en Italia libró de ésta a algunas ciudades en el siglo VII, especialmente a Roma, de la que es copatrón. La devoción se extendería por el norte de la Península Ibérica en época altomedieval por los caballeros francos que atravesaban los Pirineos extendiéndose a su vez por toda Europa durante los siglos de las grandes pestes. Por ello en todas las iglesias o comunidades es fácil que aparezca su representación, especialmente la escena en que aparece asaeteado ya que iconográficamente se le relaciona con el Alter Christus, (es decir el otro Cristo) él murió por defender su fe y por evangelizar como lo hizo Cristo que tras una serie de tormentos también fue colgado de un madero y en el caso de San Sebastián de un árbol. 
Juan de Juni
Maritrio de San Sebastián, 1537
Iglesia de San Francisco
Medina de Rioseco
Foto: El Día de Valladolid

Pedro de Bolduque realizó la talla de San Sebastián que preside el segundo cuerpo del retablo de la epístola en Cogeces del Monte, la cual sigue el modelo que Juan de Juni que creó para la capilla de los Almirantes de Castilla, la familia Enríquez, en la iglesia del convento de San Francisco de Medina de Rioseco. En esta iglesia hay dos altares, uno dedicado a San Jerónimo haciendo penitencia en la cueva y otra al martirio del santo que estamos tratando. Estos grupos fueron encargados en 1537 por Fadrique II Enríquez y están realizadas en barro cocido por Juan de Juni que a su vez tiene su origen de inspiración en el Laocoonte que se encuentra en los Museos Vaticanos y que le servirá de base de inspiración para numerosas tallas. El estilo escultórico de Pedro de Bolduque es puramente romanista, reinterpreta la escultura de San Sebastián de Juan de Juni despojándole de toda expresividad, basando su rostro en un rectángulo como ocurre en todas sus esculturas y aumentando su masa corpórea asimilándose a las pinturas del Juicio Final de Miguel Ángel que es la fuente de inspiración de su estilo, sin embargo la linea de serpenteo que utiliza Juan de Juni está sencillamente marcada dándole así algo de gracia a este personaje a pesar de que tiene un movimiento muy reducido, nada que ver con el Laocoonte que sería la escultura que sirve de patrón. Consigue así unas obras muy solemnes, tal vez mediocres pero que se encuentran dentro de la mentalidad de la Iglesia contrarreformista y de los preceptos del Concilio de Trento. Además tratando la relación de esta escultura con Juni, hay que señalar que Pedro de Bolduque había nacido en Medina de Rioseco y allí fue donde se formó: trabajó con Juan de Juni en el retablo de Santa María y seguramente también conoció a Juan de Anchieta y tomó también influencia de Gaspar Becerra y de Esteban Jordán, después se trasladó a Cuéllar donde contrajo matrimonio y abrió un taller, allí tomó parte de la actividad artística del momento junto con la familia de pintores de apellido Maldonado decorando con sus tallas y pinturas muchas iglesias.

Escuela de Rodas
Laocoonte y sus hijos
Museo Pío Clementino- Ciudad del Vaticano


Bibliografía

COLLAR DE CÁCERES. Fernando; “Sobre Pedro Bolduque”, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (U.A.M.). Vol. XI, 1999, pp. 101-128.

HERGUEDAS VELA, Miguel, "El Retablo de Nuestra Señora del Rosario de Cogeces del Monte obra de Pedro de Bolduque", Arcamadre, 11, Cogeces del Monte, Julio de 2010.

RÉAU, Louis: Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los santos P-Z. Tomo 2/vol. 5. Trad. Daniel Alcoba. Barcelona, Ediciones del Serbal, 2002, pp. 196.

VALDIVIESO, Enrique; Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid, Tomo VIII, Antiguo Partido Judicial de Peñafiel, Diputación de Valladolid, 1975. pp. 59-76.

Miguel Herguedas 

sábado, 4 de enero de 2014

Villancicos típicos de la Misa Pastorela

Como todavía no ha finalizado las fiestas de Navidad, aquí os ponemos una serie de Villancicos típicos que se cantan estos días en la Misa Pastorela. Son muchos los que hay, unos son más populares y otros más propios de esta zona pero todos tienen en común la escena de la adoración de los pastores al Niño Jesús.
Nace el Niño en un portal
Nace el Niño en un portal, 
Él nos trae la paz, 
Él nos trae la Navidad, 
nos trae la felicidad.

Venid, que es hoy Nochebuena; 
venid, que es hoy Navidad. 
Los pastores ya van 
caminando al portal. 
Gloria a Dios y en la tierra paz.

Los ángeles vienen cantando, 
la estrella empieza a brillar 
y en la torre las campanas 
no cesan de tocar: 
gloria a Dios y en la tierra paz.

María cuida a su niño; 
José prepara el portal; 
los pastores de rodillas 
adoran al zagal: 
gloria a Dios y en la tierra paz.
Foto: José María Sacristán
Pastoricillos de Judea
Pastorcitos de Judea
Una nueva os quiero dar,
Os quiero dar
el Mesías ha nacido
duerme en un pobre portal,
el Mesías ha nacido
duerme en un pobre portal,


Gloria en el Cielo,
Paz en el suelo,
suena el cantar
de la Navidad.

Din, dirindín,din, dirindán.

En el huerto de María
ha florecido un rosal,
 en el huerto de María
 ha florecido un rosal.

Reclinado en un pesebre
hallaréis al Redentor, al Redentor,
envuelto en pobres pañales,
tiembla de frío y amor.


Gloria en el Cielo,
Paz en el suelo,
suena el cantar
de la Navidad.

Din, dirindín,din, dirindán.

En el huerto de María
ha florecido un rosal,
 en el huerto de María
 ha florecido un rosal.
Foto: José María Sacristán
Los Pastores son

Los pastores que van a Belén
los va acompañando un ángel de Dios,
y la Virgen cuida de su niño,
mientras que le adoran con mucho fervor.
Los pastores son, los pastores son
los primeros que en la Nochebuena
fueron a cantarle su linda canción.
Esta noche es la Nochebuena
y mañana Pascua de la Navidad,
y en el mundo reina la alegría,
que ha nacido el Niño que en Belén está.
Los pastores son, los pastores son
los primeros que en la Nochebuena
fueron a cantarle su linda canción.

A Belén pastores

A Belén pastores debemos marchar,
que el Rey de los reyes ha nacido ya. (bis)

Nace el Niño

Nace el Niño en un portal
Él nos trae la paz
Él nos trae la Navidad
nos trae la felicidad.

VENID QUE ES HOY NOCHEBUENA
VENID QUE ES HOY NAVIDAD

LOS PASTORES YA VAN CAMINANDO
AL PORTAL
GLORIA A DIOS
Y EN LA TIERRA PAZ.

Los ángeles vienen cantando
la estrella empieza a brillar
y en la torre las campanas
no dejan de tocar.

Maria cuida a su Niño,
José prepara el portal
los pastores de rodillas
adoran al zagal.

Van los pastores
Van los pastores para Belén
a festejar el nacimiento del Mesías
y de camino dan la enhorabuena
a San José y a la Virgen María (2)

Vamos pronto sin tardar
que de aquí a Belén
hay mucho que andar(2)

Y estando allí
no decaiga la alegría
ni un momento siquiera
siga la fiesta(2)
para poder contemplar
al Niño de Dios que ha nacido ya (2)

Foto: José María Sacristán

lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

El Grupo de Investigación Histórica y Etnográfica de Cogeces del Monte (GIHEC) comparte esta felicitación con todos nuestros seguidores, amigos y colaboradores. 
Se representa La Adoración de los Pastores, una tabla al óleo que se encuentra en el retablo mayor de la iglesia de La Asunción de Cogeces del Monte, obra del pintor Gabriel de Cárdenas Maldonado y realizada hacia 1580. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Algunos apuntes sobre la obra del pintor Gabriel Cárdenas Maldonado

Gabriel de Cárdenas Maldonado es un pintor cuellarano de la segunda mitad del siglo XVI, cuyas características pictóricas se relacionan con las de la escuela vallisoletana del momento y se supone que también realizó algunos viajes a El Escorial para conocer la pintura de los maestros italianos que allí estaban trabajando.  Su trabajo se limita a la antigua diócesis de Segovia, encontramos pintura suya en especialmente en la localidad donde está instalado su taller, en Cuéllar,  pero también en Fuentepelayo, Sepúlveda y Riaza, y en los pueblos de su Villa y Tierra.
También se relacionan mucho sus trabajos con los escultores Pedro de Bolduque, que tuvo temporalmente allí su taller y su discípulo Roque Muñoz, que posteriormente trabajará en la Villa y Tierra, sobre todo en labor de dorado y pintura de retablos pero también en algunas tallas y contribuye con sus representaciones para los retablos. Se conservan varias pinturas de él, especialmente el tríptico del Museo del Prado, el cual dio inicio al estudio sobre este auto. Fue el historiador Diego Angulo Íñiguez, el que descubrió una pintura suya en la colección Jane Hauser de Nueva York, el cual fue posteriormente adquirido por el Museo Nacional del Prado en el año 1983. Los últimos estudios sobre este pintor son los realizados por Fernando Collar de Cáceres, que hizo una amplia labor de archivo publicando el trabajo que este artista había dejado en el antiguo obispado de Segovia. 
Tal vez, el anterior tríptico neoyorquino, sea la mejor pintura de este artista donde deja patente su influencia rafaelesca en los personajes, en este caso se inspira en la Virgen de la Rosa de Rafael Sanzio, pero también destacan pinceladas cortas y pastosas de los fondos. 
Gabriel de Cárdenas Maldonado
Tríptico de la Sagrada Familia
1578
Museo Nacional del Prado, Madrid.
Rafael Sanzio,
Virgen de la Rosa, o Sagrada Familia con San Juanito
h. 1520
Museo Nacional del Prado, Madrid. 
Tablas en la iglesia parroquial de Cogeces del Monte
Otra de las obras más importantes de él, son las tablas que hay en el retablo mayor de la iglesia parroquial de La Asunción en Cogeces del Monte, en este caso los doce lienzos que decoran parte del retablo están dedicados a escenas de la Vida de Cristo y de la Virgen María. En este retablo se definen sus características como el empleo personal del claroscuro, a través del uso del sfumato y luces tornasoladas que suavizan las formas. Así mismo persisten fórmulas manieristas tomadas de pintores como Tiziano o Corregio y también en algunas ocasiones de los Bassano o de Sebastiano del Piombo. 
En cuanto a las composiciones se inspira en varios grabados y estampas del francés Cornelis Cort, como la que exponemos en este caso del Bautismo de Cristo, con unos personajes principales muy miguelangelescos en cuanto al movimiento que tienen y también la supresión de algunas de las imágenes del grabado principal. De manera similar ocurre con la tabla que representa la Anunciación, donde las figuras tienen mayor definición plástica, en este caso, a la hora de componer la escena, se ha servido de la misma parte superior de la escena del Bautismo, para representar a Dios Padre, además en el grabado se ve perfectamente como la escena está en negativo, y el artista la ha reinterpretado. También es interesante la tabla de la Huída a Egipto, en este caso, además de sus características actuales en las que podemos ver en el rostro de la Virgen un arrepentimiento del pintor, en donde ha cambiado la composición de la mirada del rostro, podemos ver en este caso la influencia de Antonio Allegri da Correggio, donde vemos la pintura que ha servido de inspiración definitiva a Gabriel de Cárdenas Maldonado, es una pintura que representa a la Virgen de la Leche o Madonna del Latte con un ángel, lienzo que actualmente se encuentra en el Museo de Artes de Budapest. 

Gabriel de Cárdenas Maldonado
Bautismo de Cristo h. 1580
Iglesia de La Asunción, Cogeces del Monte
Cornelis Cort
Grabado del Bautismo de Cristo
1575

Anunciación de la Virgen, grabado de Cornelis Cort y tabla de Gabriel de Cárdenas Maldonado en el Retablo mayor de La Asunción de Cogeces del Monte (h. 1580)
Antonio Allegri da Correggio
Madonna del Latte e un angelo 1525
Szépmïvézseti Muzeum, Budapest, Hungría

Federico Barocci
La Madonna del Gatto
 1575
© The National Gallery, London
    
Huída a Egipto de Gabriel de Cárdenas Maldonado, realizada hacia 1580 para el retablo de la Asunción de Nuestra Señora de Cogeces del Monte. En el detalle de la pintura se puede ver el arrepentimiento del pintor que posteriormente rectificó. Sin embargo, sabemos también cual fue el grabado en el que primeramente se inspiró, en este caso, es de Cornelis Cort sobre una representación del descanso en la Huída a Egipto, también del propio Antonio Allegri da Correggio, se puede ver en el rostro de la Virgen y en la forma que estira el brazo, ya que en el caso del pintor cuellarano queda bastante forzada.  Aunque por otro lado, es más seguro que se inspirara en la Madonna del Gatto, de Federico Barocci, de la cual ya circulaba un grabado de Cornelis Cort sobre la Vida de la Virgen María, muy interesante, porque en este caso Cárdenas utiliza a la Virgen y el Niño y elimina la figura de San Juan Bautista. 



Bibliografía:
Angulo Íñiguez, Diego, “Gabriel de Cárdenas: tríptico firmado en 1588”, Archivo Español de Arte, XLI, Madrid, 1973, pp. 189-190.

Collar de Cáceres, Fernando, “Gabriel de Cárdenas Maldonado, con motivo del tríptico adquirido para el Museo del Prado”, Boletín del Museo del Prado, IV, Madrid, 1983, p. 140.

Collar de Cáceres, Fernando, Pintura en la antigua diócesis de Segovia (1500-1631), I y II Segovia, 1989, pp. 345-359.

Collar de Cáceres, Fernando, “Oración en el Huerto”, Las Edades del Hombre, El Árbol de la Vida, Segovia, 2003. pp. 91-92.

Fiz Fuertes, Irune, “Prendimiento”, Las Edades del Hombre, El Árbol de la Vida, Segovia, 2003. pp. 100-101.

Herguedas Vela, Miguel, "El pintor Gabriel de Cárdenas Maldonado y su participación en la iglesia de Cogeces del Monte", Arcamadre, 13, julio de 2011, pp. 35-46.

Urrea Fernández, Jesús, “Precisiones y nuevas obras de Pedro Bolduque”, Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Valladolid, 1975, p. 667.

Valdivieso González, Enrique, Cátalogo monumental de la provincia de Valladolid. VIII. Antiguo partido judicial de Peñafiel, Valladolid, 1975, pp. 62-63.

Velasco Bayón, Balbino, “Tablas de Maldonado en Cuéllar. ¿Gabriel de Cárdenas Maldonado?”, Estudios Segovianos, XXV, Segovia, 1973, pp. 554-555.

Miguel Herguedas Vela






lunes, 2 de diciembre de 2013

Fotogrametría del monasterio de la Armedilla


El creciente interés por la Armedilla tuvo un punto de inflexión entre los años 2006 y 2007, en los que se pusieron en marcha varios trabajos de documentación e investigación pormenorizados. Junto a un estudio documental y una excavación arqueológica, se llevó a cabo un encargo para hacer un levantamiento en 3D mediante escaner digital a tarvés de nubes de millones de puntos. Este trabajo fue, como los otros citados, auspiciado y financiado por la Junta de Castilla y León a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Su dirección corrió a cargo de Jesús San José y Juanjo Fernández, del Laboratorio de Fotogrametría de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid. Esta es una breve presentación visual de los resultados. Que la disfruteis.





lunes, 25 de noviembre de 2013

La fiesta de los toros y su plaza en Montemayor de Pililla

La tradición y la costumbre hacen casi inseparable la comunión entre los toros y Montemayor de Pililla, ya lo dice la coplilla “en Montemayor novillos…”, esta unión tiene su lugar preferente de encuentro en la Plaza de Toros atalancada que, año tras año, se construye con motivo de la Función de la Exaltación de la Santa Cruz. 


Esta plaza de madera, que ahora llaman empalizada, ya que se construye con palos, pies derechos, vigas, burladeros, tablas y charranchas, se ha venido realizando en los espacios públicos señeros, la Plaza de Mayor o la Plaza de la Iglesia, hasta que la urbanización y el hormigón la han colocado en las afueras, en la “playa” junto al campo de fútbol. El lugar es lo de menos, desde que las gentes de este pueblo tienen uso de razón, incluidos los años de la Guerra Civil, se ha conformado según manda la tradición. 

La expectación crece desde mediados de agosto por ver como va construyéndose nuestra plaza. No hay vecino de esta villa que no tenga una anécdota, un cuento acaecido en ella. No hay vivencias más profundas que las que se acumulan entre sus maderos, comenzando por el sorteo del “tablao” o “entablao”, temprano el “día de la Víspera
”, hasta los sustos y risas por la ropa de “Domingo” rota o manchada con las vaquillas el “día de la Abuela”, pasando por el triduo festivo al completo. Miedo, valentía, amoríos, coraje, en fin, una serie de sentimientos que no se pueden encorsetar en unas cuartillas y que perpetúan el festejo popular en ese recinto querido. 



Por ello estamos intentando preservarla desde la Asociación Cultural Taurina la Empalizada de los vientos cambiantes, de las modas o de los encargados de turno, para protegerla y proteger nuestra memoria colectiva, uno de los pocos hitos o ritos que conservamos frente a la “modernez” arrolladora.




Javier Sanz