miércoles, 4 de febrero de 2015

Las Águedas, devoción y asociacionismo femenino

La fiesta de Santa Águeda en nuestra zona aglutina un importante número de rituales que se caracterizan por estar relacionados con la mujer dentro del marco institucional del matrimonio y la familia; se valora a la mujer casada, por eso las cofradías de Santa Águeda estaban únicamente formadas por mujeres de este estado, aunque en ocasiones se podía admitir a las que no habían tomado este estado. Por eso, varios de los símbolos de este día se podrían entender como una especie de paso para la mujer que no estaba casada a priori y que ha adquirido recientemente ese estatus.

Esta fiesta siempre fue un motivo para que las mujeres tomaran el mando o el protagonismo en cada localidad, programando una serie de actividades de acuerdo a sus deseos consistentes en, además de los cultos religiosos, reuniones, meriendas o concertar músicos para poner  baile. La duración es de aproximadamente tres días en torno a la fiesta de Santa Águeda. Siempre dependiendo del dinero reunido se hacen unas actividades u otras, ya que la mayor parte de veces en su totalidad es recaudado a “escote”.

El esquema de celebración en Cogeces del Monte es muy similar al que siguen el resto de pueblos que conmemoran esta fiesta, teniendo su base en la de Santa Águeda de Zamarramala (Segovia), pueblo al que tradicionalmente, y por consenso social, se afirma que fue el primero en celebrar la fiesta en lo relacionado con la pureza y ancestralidad de la celebración. Las localidades que siguen el esquema festivo de Zamarramala son las segovianas, los pueblos de la provincia de Valladolid y provincias del entorno. Es una celebración diferente de las que puedan existir en el sur de España, en el País Vasco, Andalucía y diferentes también al otro esquema organizativo predominante en Castilla y León que es el de Miranda del Castañar.

Giulio Tadolini, Tumba de León XIII, Basílica de San Juan de Letrán, Roma
Aunque, por ejemplo, en la provincia de Valladolid hay localidades que tenían cofradías de la santa ya en el siglo XVII, es a finales del siglo XIX y sobre todo, desde principios del siglo XX cuando estas organizaciones empiezan a predominar. Evidentemente el contexto social para que empezaran a tener presencia las asociaciones de mujeres y que tienen un característico esquema jerárquico y católico, se debe a los nuevos cambios sociales que estaban teniendo lugar en ese momento. El número de agrupaciones femeninas se amplía desde que a mediados de mayo de 1891 el papa León XIII publicara la encíclica Rerum Novarum para redirigir la cuestión social de la Iglesia hacia participación de los laicos, así como valorar el papel de la mujer dentro de la Iglesia, la agrupación más conocida en España fue la de Acción Católica y la Confederación Nacional de Obreras Católicas. Las cofradías de Santa Águeda habían sido pioneras ya varios siglos antes en este tipo de actividades, pero gracias a esta encíclica se ampliarán de forma notable en el ámbito local y también consolidarán su actividad.


La cofradía de Santa Águeda de Cogeces del Monte se fundó en el año 1904 por iniciativa de un médico y su mujer que llegaron a la localidad y, con el fin de propagar la devoción a la santa, propusieron la creación de esta asociación. Como en otras localidades, tiene una estructura jerárquica muy similar cuya cabeza principal es la alcaldesa, responsable de la organización y financiación festiva, y que en cierto modo cada año ostenta el protagonismo de ese día. Una vez presentadas, son nombradas para hacerse cargo de este compromiso públicamente. En el caso de Cogeces del Monte la división de cargos está inspirada en los del ayuntamiento, de modo que además de la alcaldesa, está la teniente, la tesorera y un grupo de mujeres que varían en número dependiendo de los concejales que el municipio tenga y que presiden la novena, de ahí que a este grupo de regidoras se le conozca con el nombre de “banco” o “ayuntamiento”.

El total de la cofradía lo forman unas 240 mujeres, en su mayoría casadas, aunque actualmente admiten ya solteras desde hace unos años. Por tradición, cuando una mujer cogezana se casaba, automáticamente ya pertenecía a esta asociación. En las actas, se especificaba que cuando entraba a la cofradía una nueva hermana debía entregar una vela de cuarterón para que luciera todo el año ante la imagen. Hay una cuota anual pagada por todas las socias que sirve para el mantenimiento de la imagen, para pagar la fiesta de iglesia y la misa de las difuntas del año. Lo demás se lo pagan las que pueden o quieren acudir a las demás actividades que se organizan a escote, corriendo cada una con sus gastos, una vez realizado un presupuesto voluntario.

Siempre se han celebrado las águedas con devoción y gran participación. Los días anteriores a la fiesta tiene lugar el novenario, que sirve para ir preparando la fiesta con más fervor. El día más intenso es el 5 de febrero, cuando se celebra la memoria de la santa, aunque el día anterior, la víspera, ya se haya realizado por parte de la junta una fiesta nocturna consistente en una chocolatada y bailes o juegos. El esquema a seguir del día de Santa Águeda comienza mucho antes que los oficios religiosos. Las Águedas se reúnen en la plaza del ayuntamiento para dirigirse a casa de la teniente antigua o saliente, donde es recogida por el grupo, y luego a casa de la alcaldesa antigua; de ahí, se dirigen, primero a casa de la “teniente entrante”, donde ésta recibe al grupo. Luego acuden a casa de la alcaldesa saliente, para ir seguidamente a casa de la alcaldesa entrante que recibe la vara de mando. Después acuden todas juntas a la iglesia donde tiene lugar la misa, seguida de la procesión por las calles de la localidad donde bailan varias jotas típicas ante la santa hasta que entra en la iglesia de nuevo. A este acto religioso le sigue un vino español que se reparte en los locales parroquiales. Tras tomar el refresco, comenzaría la tradicional vuelta al pueblo buscando a los hombres para peinarlos a cambio de una propina, una tradición única de este pueblo. También celebran una comida de hermandad y diferentes actividades culturales y festivas que ocupan todo el día.
La fiesta de las águedas terminaría al día siguiente con la misa de difuntas, como es tradicional, haciendo así memoria de las fallecidas durante ese año. Sin embargo, la actividad de la cofradía no termina este día, a lo largo del año se suceden numerosas actividades como concursos entre águedas de la provincia, encuentros, programas, que sirven para promocionar esta fiesta tan original e interesante en nuestro país, pero también hay actividades culturales como por ejemplo, diferentes viajes, y también la colaboración en actividades parroquiales y religiosas.


Miguel Herguedas