lunes, 10 de marzo de 2014

El sagrario del retablo mayor y su significado


Para la próxima exposición de las Edades del Hombre titulada "Eucharistia" que se inaugurará el próximo mes de mayo en Aranda de Duero ha sido seleccionado el sagrario del retablo mayor de nuestra iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora. 
Vista parcial del retablo mayor con el sagrario en el centro
Fotografía antigua del retablo mayor



Este elemento, el más importante del retablo, forma parte de él y por lo tanto lo podemos datar hacia 1565. Durante muchos años estuvo retirado del retablo mayor pues fue sustituido por otro debido a que se le había estropeado la cerradura y en su lugar fue colocado un expositor eucarístico de estilo rococó que llevó a hacer algunos cambios en la estructura del retablo, como la eliminación parcial de alguno de los relieves de los evangelistas del banco. Sin embargo, el sagrario, según lo conocemos hoy y en el lugar que se encuentra seguramente tuviera más partes como un expositor anterior o una peana en la que la documentación, en sus inventarios, indica que sobre él estaba colocado el Niño de la Bola. Su estructura podría asimilarse a la del retablo de Santoyo o Astorga, como importantes ejemplos que tienen otro cuerpo en su parte superior y un mayor despliegue que lo acomodarían mucho mejor a la estructura. En cuanto a su estilo sigue las mismas características romanistas que el resto de la estructura del retablo. 

El sagrario o tabernáculo








Pero la sabia elección de esta obra para la muestra de Aranda se debe a su potente significado eucarístico, como hemos dicho es la pieza fundamental del retablo pues en él se reserva el Cuerpo de Cristo, la Eucaristía, por lo que es el Sancta Sanctorum de la iglesia. Esto como elemento general a todo retablo, y es que en este caso estamos tratando de un tabernáculo romanista, cuyo estilo es el que se propaga tras el Concilio de Trento (1545-1563), que es el concilio más importante de la Iglesia Católica de la Edad Moderna y hasta el siglo XX, en él se reordenaron todas las estructuras eclesiásticas con el objetivo de reforzar la institución y además es el punto más importante de la contrarreforma que pretendía evitar el acceso de las ideas protestantes en en el mundo católico. Por ello todos los retablos que en este momento se realizan tienen la finalidad de reforzar los dogmas y las creencias que la iglesia había tenido hasta el momento: se reforzará el culto a la Virgen María, a la Eucaristía y a las reliquias. Por ello, el retablo de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es todo un compendio de la fe de la iglesia que representa en sus relieves he imágenes todas las verdades que debían preservarse. 
Puerta del sagrario
En este caso estamos tratando sobre la defensa de la Eucaristía, y en el sagrario se plasman en varios relieves escenas que pretenden defender el culto primordial a este hecho. Por ello en la puerta nos encontramos un fraile dominico con la Sagrada Forma en sus manos mostrándola con toda solemnidad, pues a sus lados le asisten dos pequeños que hacen de monaguillos con el incensario. El que sea un monje dominico, no es casualidad, pues la orden de predicadores se dedicó a defender el dogma eucarístico desde la Edad Media, y ahí tenemos por ejemplo a Santo Tomás de Aquino que fue el creador del Pange Lingua y del Tantum Ergo, cantos en latín que siempre han tenido lugar dentro de los cultos a la Eucaristía. Pero lo más curioso en este caso, es que en los laterales del tabernáculo aparecen representados los precedentes de este dogma, lo cual, se consideraba importantísimo para demostrar la veracidad de él, pues aparecen en la Sagrada Biblia, así, encontramos representado en el lateral del lado del Evangelio dos historias del libro del Génesis: el sacrificio de Abel, ofreciendo un cordero a Dios en un altar; y debajo aparece Melquisedec, que según la Historia Sagrada era un sumo sacerdote y profeta que bendijo a Abraham entregándole pan y vino, y a cambio éste le entregó el diezmo de todo. En el lado de la Epístola encontramos dos escenas posteriores, pertenecientes al libro del éxodo, en la parte superior se encuentra la Caída del Maná, representado como una lluvia de formas que envía Dios Padre y recogiéndola el pueblo de Israel. En la parte de abajo se encuentra la representación de la Pascua Judía según había instituido Moisés que aparece representado en el centro, pero lo importante es la ofrenda que en este caso, como dice la Biblia, fue un cordero asado que debían de comer con un bastón en la mano, como así lo representa el entallador. Lo interesante de esta última escena viene a que la Primera Pascua es una conexión directa con la Institución de la Eucaristía, pues la cena del cordero sacrificado, con cuya sangre impregnaron los dinteles de las puertas, libro de la muerte y dio lugar a la liberación del pueblo de Israel mientras que el sacrificio de la Misa recuerda la memoria del que fue sacrificado para salvar a todos los cristiano, Jesús de Nazareth. Ese cordero que aparece ofrecido en la mesa sería imagen de Cristo. 
Sacrificio de Abel
Ofrenda de Melquisedec
Caída del Maná
Pascua Judía

Toda este análisis iconográfico nos llevaría por lo tanto a entender el por qué de la importancia de este elemento y toda su carga simbólica en un momento en que universalmente se habían puesto en duda las verdades de la fe y que estas se estaban extendiendo y por lo tanto para mejorar la educación cristiana de los fieles que entonces en su mayoría no sabían leer y para evitar por otro lado, las dudas que pudieran ocasionar a aquellos que se encargaban de enseñarlo, pues tanto el sagrario como todo el retablo es un compendio de toda la fe cristiana y una defensa de esta, alrededor del sagrario están los pilares de la religión: los Evangelistas, los Padres de la Iglesia, los fundadores de las órdenes mendicantes y sus doctores filósofos más importantes, y sobre ellos estarían los apóstoles, los profetas, el santoral cristiano representado en la parte baja de los fustes de las columnas y en las pinturas sobre tabla las escenas más importantes de la vida de Cristo y de la Virgen María. Todos ellos colocados en un estricto orden que fácilmente invita al espectador a entender el mensaje que el Concilio quería hacer llegar a todo el mundo. 



Parte trasera del sagrario
 



No hay comentarios:

Publicar un comentario