LA NIÑA DEL CESTO
La boda tradicional contaba con un personaje secundario de gran importancia: La niña del cesto.
Ésta, reclutada entre las vecinas, amigas y primas del novio o de la novia tenía como único cometido la preparación del cesto para los dulces con que se obsequiaba al señor cura que casaba a los novios el día de la boda.
El cesto elegido para tales menesteres se cubría con la mejor toalla de la casa y sobre aquella se disponían las pastas y bollos generosamente. La niña del cesto, una vez preparado, se ocupaba de llevarlo a la casa del curato a modo de agasajo que no de pago y conmemoración de la boda, de parte de los novios.
Consuelo Escribano Velasco
Foto propiedad de José María Sacristán (Durante su boda recorriendo el pueblo)
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