martes, 4 de junio de 2013

HITOS MEDIEVALES EN EL CENTRO DE LA CUENCA DEL DUERO. UN PAISAJE CULTURAL

Hito de Fuentespodridas
Las decenas de cilindros de caliza que jalonan líneas del pasado, pasan, en la actualidad, desapercibidas a los ojos de muchos. Sin embargo durante centenares de años, y, a día de hoy, marcan límites territoriales municipales, acompañan a los caminos, rodean las fuentes y configuran un paisaje lleno de historia.

La organización de los territorios al sur del Duero, los intereses pecuarios, y por añadidura las necesidades de control de aguas y pastos, generaron ya desde comienzos del proceso de reorganización repobladora en el XII, una necesidad de establecer un límite territorial en las zonas de interferencia situadas en torno al Duero, entre las Comunidades de Villa y Tierra de Peñafiel y Cuéllar.

Uno de los proyectos de Gihec es la catalogación, estudio, protección, conservación y puesta en valor de estos hitos y de todo lo que encierra este auténtico paisaje cultural: cañadas, chozos, fuentes, pastizales, monte, monasterios…

La primera fase del trabajo proyectado trata de catalogar todos los elementos a través del análisis documental y el trabajo de campo, la elaboración de un inventario y la caracterización de cada una de las incidencias de forma textual y gráfica.

Valles de Valillana y Valimón vistos desde el Pico de las Yeseras, 
uno de los puntos que delimitan nuestro ámbito de estudio.
El estudio se centra en una zona de mediana extensión que llega hasta el río Duero y engloba algunos de sus afluentes por la izquierda, justo en los límites que compartían las Comunidades de Villa y Tierra de Cuellar y Peñafiel, dentro del marco de la organización política peculiar y característica de los extrema durii castellanos que permitía un importante y casi ilimitado control de los concejos de las villas sobre su territorio, llamado “tierra” y que hoy está incluída en los términos municipales de Cogeces del Monte, Santibañez de Valcorba, Sardón, Quintanilla de Onésimo, Quintanilla de Arriba, Langayo, Manzanillo y Campaspero .

La actividad económica estuvo desde la Edad Media basada en los aprovechamientos agrícola y pecuario, que se desarrollaron de modo complementario, aunque con frecuencia se disputaron el espacio y los recursos hídricos disponibles.

La situación del Duero respecto a estos límites territoriales, administrativos y jurisdiccionales supuso además el enfrentamiento permade ambas comunidades por el aprovechamiento pecuario de las aguas, los pastos y los ganados.

Pero los límites estuvieron siempre sujetos a múltiples conflictos, a ampliaciones y restricciones de las partes, por lo que hay que valorar, entre otras muchas cuestiones, la evolución histórica del territorio y las repercusiones que hubo en la estructura económica, social y político/territorial de estos lugares:


Situación aproximada de los Comunes de las tierras de Cuéllar y Peñafiel según el apeo de 1402


Hito de la Yunta
  • Se entiende que desde finales del siglo XI y comienzos del XII se establece el sistema de Repoblación al sur del Duero basado en la creación de Comunidades de Villa y Tierra regidas por sistemas concejiles. Es ahora cuando se perfila la creación de una extensa zona de aprovechamiento compartido en los límites norte de los términos de Cogeces del Monte y Langayo.
  • A comienzos del siglo XIII, en 1207 por Alfonso VIII, se han incluido en este espacio los términos de Traspinedo, Santibáñez de Valcorba y Quintanilla de Arriba determinándose el comienzo de las fricciones y la presión sobre los valles que genera pleitos, disputas y tensiones.
  • En los últimos compases del siglo XIV principios del XV, Fernando de Antequera, señor de ambas villas e infante real, ordenó apear, deslindar y amojonar el límite entre ambos concejos.
  • A lo largo del siglo XVI se introduce en la disputa un nuevo elemento, la explotación agraria de los terrenos por parte de las hidalguías de las aldeas dependientes de las villas y con ella el conflicto entre la agricultura y la ganadería por el acceso y control de las aguas.



Convento de la Armedilla, sobre una de las principales cañadas al Duero,
 en los límites norte de la Tierra de Cuéllar.
Las fuentes documentales son prolijas en la descripción del Apeo de 1402 y la fuente fundamental que ordena nuestro trabajo de campo. Recorrer el territorio, catalogar, medir, caracterizar, situar en sus coordenadas el emplazamiento original y el actual de cada uno de los enormes cilindros de piedra es una tarea prioritaria, mas si se tiene en cuenta que precisamente los hitos de este apeo no siempre eran pétreos y algunos de aquellos han sido objeto de traslado hace una veintena de años.

A lo largo de 2012 realizamos una exhaustiva documentación del apero de 1402 en los términos municipales de Campaspero, Langayo y Cogeces del Monte. En 2013 tenemos por delante realizar un trabajo de características similares en Santibáñez, Sardón, Quintanilla de Onésimo y Quintanilla de Arriba.

Solo su conocimiento puede ayudarnos a su comprensión y a dar soluciones a sus necesidades de protección, conservación y puesta en valor, un trabajo a todas luces extraordinariamente interesante por su originalidad, interés, amplitud, su grado de conservación y su contexto natural, que permite entender este territorio como un auténtico paisaje cultural.

Uno de los hitos en Fuentelapeña, marcando un camino


Hito del apeo de 1402 trasladado al jardín del cementerio viejo de Cogeces del Monte (procedencia?).



Texto: Consuelo Escribano Velasco

Fotos: Consuelo Escribano Velasco y José María Sacristán




domingo, 2 de junio de 2013

¿Por qué hubo tantos chozos en Cogeces? La configuración del paisaje de pastoreo.

Cogeces del Monte ha dispuesto históricamente de unas características propicias para que se desarrollara un importante aprovechamiento ganadero de gran parte de su término municipal. Esta explotación del ganado ovino supuso la creación de infraestructuras propias para cubrir las necesidades de transporte, alojamiento y protección de los rebaños y sus pastores. Así surgieron los chozos y corrales y una amplia red de vías pecuarias que comunicaban con las zonas de pastos con fuentes y bebederos casi todas de desarrollo norte-sur., dirigiéndose desde el interior de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar hasta el curso del río Duero. 



La importancia del ganado ovino de Cogeces del Monte está probada ya desde el siglo XV. Existe un documento del año 1402, el más antiguo que se conoce donde ya se citan los Casares del Rey, un topónimo que hoy ha derivado en Casas o Casar del Rey, y donde se dice que aquello era una majada, es decir, un lugar donde se recogían los rebaños y pastores para pasar la noche, que pertenecía a la tierra de Cuéllar.


Podemos establecer al menos cuatro razones fundamentales que favorecieron la existencia de estas construcciones:


  1. La lejanía de algunos términos del municipio, sobre todo las del norte y oeste del término. El aprovechamiento agrícola de este lugar hasta fechas muy recientes fue muy limitado. Los labradores no podían trabajarlo intensamente por la larga distancia que se encontraban. 
  2. Los suelos del páramo son poco profundos, muy pedregosos y pobres, y no han sido especialmente productivos hasta que la modernización del campo. Estos páramos servían al ganado ovino como lugar de pasto preferente. Hay que tener muy en cuenta que no existían las actuales extensiones de tierras de labor.
  3. Gran riqueza de arroyos y fuentes, que han configurado pequeños valles que rompen con el páramo y propician la aparición de abundante pasto. No obstante los cursos de agua nos son de gran volumen y se hallan sometidos a oscilaciones y estiajes, es decir, periodos más secos durante los meses más cálidos.
  4. El término de Cogeces se halla en el paso natural obligado desde el interior de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar hasta el curso del río Duero, situado hacia el norte, y que la cabaña de ganado ovino es numerosísima desde la Edad Media hasta el siglo XIX. 




Bibliografía: ESCRIBANO VELASCO, Consuelo, CRUZ SÁNCHEZ, Pedro Javier, GÓMEZ PÉREZ, Alicia, LOSA HERNÁNDEZ, Roberto, Pastores de la Comarca de La Churrería: Construcciones, formas de vida y artesanía en Cogeces del Monte (Valladolid), Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, Valladolid, 2008.




sábado, 1 de junio de 2013

EL MES DE JUNIO




Bienvenido el mes de junio! Si en los refranes sobre el mes de mayo se decía que se esperaba un año frío, sin embargo, el mes de junio será todo lo contrario, y por lo menos, según la sabiduría popular tendremos la primera quincena algo más tranquila y soleada, más que nada porque es el mes que más horas de sol tiene. Por lo que esperamos también que nuestra fiesta de San Antonio de Padua tenga unos días tranquilos para los que pueden celebrarla, no obstante las tormentas esporádicas vespertinas nos acompañarán algún día durante la novena que empieza el día 4 y en la que se pide devotamente al Santo su intercesión para que finalice bien la temporada agrícola. 


No nos olvidamos tampoco que este mes tiene unas fiestas que popularmente marcaban el calendario de labores en todos nuestros pueblos, la principal es la de la natividad de San Juan Bautista, el día 24 de junio, con la tradicional hoguera que se celebra en la vigilia de esta solemnidad y que marca así el solsticio de verano que ha comenzado unos días antes. Sin embargo también en nuestra comarca la importancia de la cultura pastoril queda marcada con las fiestas de San Pedro y San Pablo, el día 29 de junio, tenían lugar los ajustes en donde los pastores "ajustaban" a la puerta de la iglesia tras oír la misa, es decir, hacían un contrato oral con los amo, algo que en el presente sería una auténtica locura, y así se repartían los términos para la temporada siguiente. 


También con gran arraigo popular este año el primer domingo tendrá lugar la fiesta del Corpus Christi, en donde los altares colocados en varias calles del pueblo son visitados en la procesión en que se acompaña la Custodia con Jesús Sacramentado precedido por los niños de la Primera Comunión que van construyendo una manta de pétalos al paso de éste. Dentro del tema de la religiosidad popular, tendiendo a la antropología, una fiesta también variable y que tiene lugar el viernes siguiente al Corpus es la del Sagrado Corazón de Jesús, que es una devoción que adquirió mucho impulso desde mediados del siglo XIX y sobre todo recibió un gran impulso en los años veinte y tras la posguerra con el nacionalcatolicismo, fruto de ello, muchos pueblos tienen hoy en día cofradías que le dedican novenas y procesiones, especialmente en Valladolid. 






Todo este repertorio de fiestas de santos, unas más relacionadas con lo religioso, otras con lo festivo eran el precedente de una de las épocas más duras del año en los que el calor sofocante y las largas horas de sol hacían que el constante trabajo de recogida del cereal se hiciera interminable, especialmente durante los meses de julio y agosto algo que difiere como se concibe el verano en la actualidad en que se espera que vuelvan a llenarse de gente las calles, se abra la piscina y comiencen las actividades del verano. Desde el grupo de investigación estamos preparando una serie de actividades culturales a las que está todo el mundo invitado, este año están centradas en la protección del Patrimonio, en la religiosidad popular y en el convenio entre el Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque en Cuéllar y el GIHEC así como una obra de teatro sobre vestimenta tradicional y un taller de achiperres.